viernes, 19 de marzo de 2010

TE EXTRAÑARÉ

Te extrañaré, amor mío,
cuando la luz se pierda en la noche,
cuando el silencio te dibuje
con su esfumino de ceniza.
Sobre la almohada pétrea de la muerte,
sobre la corrupción de la carne
te extrañaré, amor mío,
te extrañaré.

EL OLVIDO

Me extravié en el amor
como en un mar oscuro y hueco,
como se pierde el niño
entre una multitud
y no sabe qué hacer
ni adónde ir.
Ahora sólo espero
que se termine todo
para dejar de nombrarte
y sumergirme en el olvido

ESTÁS UNIDA

Estás unida a mí como la hiedra
con raíces que llegan hasta el centro
y aunque parezca un muro hecho de piedra
mi pecho va sangrando por adentro.

Voy sangrando tu ausencia de diamante
que es un tesoro helado y luminoso
como la estrella dulce y titilante
sobre el cielo bendito del reposo.

Como el lucero de la madrugada
sos para mi alma lo único deseable,
por vos está mi vida traspasada
y el misterio se me hizo indescifrable

TE NECESITO

Te necesito, amor, necesito tus besos,
necesito tu cuerpo, necesito tu piel,
la soledad me ha roto con sus crueles sabuesos
tantos gestos trazados en líneas de papel.

Estoy en bancarrota de afectos y ternuras
con las manos heladas por la desolación.
Necesito el calor de tus caricias puras
pues sólo ellas me pueden salvar el corazón.

Sin embargo es posible que hayas mal entendido
la intención con que el río de mi sangre refluye
y desde ya me niegas las cosas que te pido
como el gorrión que a un viso de la tormenta huye.

Pero mi sentimiento es sólo una brisa pura
aunque busque en tu cuerpo la pasión encendida.
Muchas veces se ignora el candor y la dulzura
que hay en la sangre llena del furor de la vida.

Puedes no creer en nada de lo que yo te digo,
tan devaluada está la palabra del hombre,
pero yo seguiré siendo siempre tu amigo
aunque tu corazón reniegue de mi nombre.

Seguiré precisando los besos de tu boca,
la luz de tus caricias, la flor de tus encantos,
y morirá mi cuerpo para volverse roca,
sin magia y sin hechizos, como uno más de tantos.

SÓLO ESTAS PALABRAS

Mi corazón te borrará del todo
hasta olvidar el mínimo detalle
y se hundirá en los túmulos de lodo
que amontonan los bordes de la calle.

Todo este amor se irá por las troneras
a los desaguaderos sepulcrales
y será sólo pasto de las fieras
cuando se hayan cumplido sus rituales.

Mi sangre se hundirá en el polvo frío
bajo la peladura de las abras,
desaparecerá como el rocío
y han de quedar tan sólo estas palabras.

ELEGÍA PARA UN CUERPO

Ya se ha apagado el brillo
que alumbraba tu anhelo,
la luz resplandeciente
del ansia y el deseo,
se te escapó la vida
como un pájaro suelto
y de ser cuerpo y alma
pasaste a ser un cuerpo.

Una tierra caliente
repleta de hormigueros
comenzó a trabajar
tu sentido reseco
y todo lo que ha sido
maravilla y desvelo
rellenó con estopa
sus lentos agujeros.

Se te esfumó de pronto
la solidez del suelo,
la distancia y la senda,
lo grande y lo pequeño,
se te agotó en las manos
la vertiente del tiempo
y el sol hizo tus frutos
cenizas de un ollejo.

Todos los que te amaron
ya no son ni un recuerdo
aunque te estén llorando
con los ojos abiertos,
porque ya no eres nada,
sólo un vasto desierto
que ha hundido en sus arenas
la quietud de tus miembros.

El manantial de ideas
que surtió tu cerebro,
la multitud de voces
de tus presentimientos,
todo es un mar oscuro
cuyo vaivén eterno
perderá para siempre
tu nombre en el misterio.

Pero descansa en paz,
no escuches más los ruegos
que la piedad pronuncia
contra los muros negros,
ya ha terminado todo
porque en verdad te has muerto
y bajas por la piedra.
Lo demás es silencio.

DONDE ME DEJASTE

Yo no busqué nada
para consolarme
me quedé en silencio
donde me dejaste.

Me cayeron juntos
todos los pesares
en un suelo oscuro
donde no había nadie.

Yo vivé en un limbo
sólo por amarte
y tomé por buenos
todos los desastres.

Cuánta fantasía
de plumaje suave
cubrió con cenizas
los campos del aire.

De un solo disparo
la despedazaste
con el arco de oro
de tus veleidades.

´Y mi corazón
sintió tu desaire
como si un cuchillo
mordiera su carne.

Cuchillo de rosa,
cristal desgarrante,
palabras más duras
que los duros sables.

Después escuchó,
como si no hablases,
tu agradecimiento
para abandonarme.

LUNA DEL ALBA

La luna sobre el jardín
tiñe de azul los rosales
y envuelve en amianto y cinc
las terrazas siderales.

Luna de queso y almíbar
más tierna que el caramelo
tu luz vierte en el acíbar
los alambiques del cielo.

Lunita de los poetas,
jazmín de piel cristalina,
tenés más blancas las tetas
que el corazón de la harina.

Qué hermoso verte bailar
sembrando entre los canteros
la casta espuma del mar
y el nácar de los luceros.

Cuando estallen los retoños
bajo tus pies que son de hada
sus brotes tejerán moños
para tu frente sagrada.

Cuando el alba se disuelva
como una estrellita de agua
te esconderás en la selva
del sol que incendia su fragua.

Y el son de los arreboles
te envolverá mientras subes
para que en sangre enarboles
tu imperio de aires y nubes.

LA GLORIA INVISIBLE

Mujer dulce y hermosa, por ser varón te quiero
y adoro sin medida tu exquisita finura,
pero es mi alma el rehén de tu aroma hechicero
y es un ángel celeste el que mi interior fulgura.

No es la brasa carnal ni la lujuria ciega
la fuerza que me arrastra como un viento furioso,
mi ansia es grulla celeste que naufraga y se anega
sin manchar su plumaje en el aire borrascoso.

Por hombre anhelo el sol de tu cuerpo femenino
y por tu gracia sueño en un abrazo sin pausa
con los vastos secretos de un oscuro destino
que ha encontrado de pronto su final y su causa.

Pero no a la manera de la carne que obtiene
toda su recompensa en el contacto tangible
porque mi alma es un ave y tan sólo se detiene
frente al jardín sagrado de la gloria invisible.

TE EXTRAÑARÉ EN EL ALBA

Te extrañaré en el alba cuando la sombra oscura
llene todo el espacio de los sueños perdidos
y el corazón se quede repleto de amargura
sin percibir ni un golpe fugaz de sus latidos.

Sólo un fantasma errante que cruza con tu nombre
por el aire aterido y se acerca a la ventana
para decir palabras que, si fueron de un hombre,
hoy son sólo una herida por donde el llanto mana.

Y la luz de la aurora jugará en la espesura
de las paredes rotas y las hiedras morenas
pero no ha de volver a mostrarse tan pura
como este amor repleto de sueños y de penas..

Por eso he de sangrar en el alba infinita
la certeza absoluta de la palabra “nunca”
y dejaré en pedazos tanta inocencia escrita,
tanto aroma de flor que se ha quedado trunca.